Sobre Nosotros
Cuando alguien descubre que tiene cáncer es muy fácil sentirse abrumado, devastado y sin saber qué hacer. Primero debe definir las opciones de tratamiento con su oncólogo, es muy importante conocer todas las opciones, hable sobre los detalles de cada opción con su equipo de atención médica, aprenda todo lo que pueda y entienda la información que recibe, participe con su médico para tomar decisiones acerca del tratamiento y planificar su atención.
Infórmese bien respecto de su cáncer, consulte la información en sitios dedicados a esta enfermedad tales como La American Cancer Society
En este blog le proporcionamos ayuda informativa sobre el cáncer y mayormente ayuda espiritual. Tenemos un equipo de pastores y consejeros dedicados a comunicar las buenas nuevas al mundo y a aconsejar a las personas en momentos de dolor, sufrimiento e incertidumbre. Tenemos el perfecto ejemplo de dolor y sufrimiento ante nuestros ojos, quien ofrendo su vida para pagar el precio de nuestra deuda, quien fue torturado para poder salvar nuestras almas, a quien podemos acudir libremente.
¿Quién ha creído a nuestro mensaje y quién se ha revelado el brazo del Señor?
Creció en su presencia como vástago tierno, como raíz de tierra seca. No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable. Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado y no lo estimamos. Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones y molido por nuestras iniquidades. Sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca, como cordero fue llevado al matadero, como oveja que enmudece ante su
trasquilador, ni siquiera abrió su boca. (Isaías 53:1-7)
Comuníquese con nosotros a este sitio, tenemos las manos extendidas para apoyarle a salir adelante con esta enfermedad.
La Historia
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