¡Luchando gradualmente con esto! Les invito a notar en su día a día cuántas cosas “no sanas” estamos ACOSTUMBRADOS a comer. Cuantas raciones de pan? Cuanto contenido de grasas malas? Cuantos carbohidratos y ponga la balanza al otro lado cuánta fruta y cuantos vegetales?
El problema de esto; es que, al final de la cuenta, resulta que el HÁBITO está tan arraigado que luego necesitamos aquello que nos hace tanto mal.
Mi caso es un caso muy muy particular. Lo que yo estoy haciendo y decidiendo va enfocado al tipo de cáncer. Pero, no está de más que les diga y les comparta, que a diario una persona en El Salvador basa su dieta fuera de estas 10 Reglas y no quedan fuera otros países.
Tome nota. ——————————- La dieta mediterránea es una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales de Grecia, Italia y otros países que bordean el mar Mediterráneo. Los alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias, son la base de la dieta.
Hablando un poco de mi cáncer, cómo ya lo he dicho antes estamos enfrentando un Cáncer Triple Negativo, lo que quiere decir es que no hay hormonas involucradas, por lo tanto mis médicos han hecho énfasis en hacer un cambio radical de la dieta, eliminar el consumo de harinas, pastas, arroz, tortillas. Bajar el consumo de carnes rojas y grasas, embutidos, productos con contenidos de preservantes como los enlatados, productos embolsados y embotellados, aquí por supuesto se incluyen las bebidas carbonatadas. En cuanto a lácteos, todos aquellos productos altos en grasas como la crema y los deliciosos y muy variados quesos, quedándonos con los quesos frescos y requesón, y aumentando el consumo de frutas y verduras y sumando a esto el ejercicio.
Lo primero que viene a mi cabeza es ¿Qué voy a comer entonces? y la verdad es que estoy luchando por crear una forma de vida distinta. Esto se trata de aprender a VIVIR diferente, estoy aprendiendo a vivir con el cáncer a mi lado, es un enemigo silencioso que amenaza mi vida a cada paso, debo entender y apropiarme de nuevas disciplinas con la intención que mi cuerpo comience a recibir todas las cosas buenas que los productos naturales puedan ofrecerme; para que, junto con el tratamiento podamos ganarle terreno a la propagación desmedida de células malas. Esto viéndolo desde el punto humano y médico.
Siempre del otro lado estoy viendo a Dios, todas estas cosas son las que humanamente debemos hacer y luchar por mantener, los médicos y nosotros hacemos lo que nos toca, luchamos cada día con los diferentes efectos secundarios, las alergias y lo que trae consigo esta lucha, confiando en que Dios obra en lo imposible y en cada cosa que no podemos ver ni entender.
A veces vienen los pensamientos de que todo lo que consumimos contiene en cierto modo algún producto que esta dañando al ser humano, y por eso tanto y tantas clases de cáncer.
He decidido luchar y seguiré adelante clamando a Dios un milagro. quiero al mismo tiempo poder vivir en paz con lo que hago y decido en mi alimentación, que es una pequeña parte de todo lo que el cáncer representa en nuestras vidas en este momento. Al final estamos en un camino donde todo esto no tendría sentido si no creyese que hay un Dios también que puede obrar milagrosamente.
Sería inconsciente de mi parte pedir un milagro donde ni siquiera me esfuerzo por cuidarme en alguna forma trabajando y luchando por la salud y mi propia vida.
Seguimos adelante en esta lucha, tomando decisiones inteligentes. Pero no puedo mentir hay días que son muy difíciles en cuanto a la dieta, ya que en efecto me dan muchas ganas de comer aquellas cosas que me gustan. O mas bien debo decir que algunas cosas por ser nuevas debemos buscarle modo para que no sean aburridas. La cocina me espera ante nuevas creaciones culinarias las cuales estaré compartiendo mas adelante.
Lo mas importante es hacer el el nuevo HABITO.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19
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